Desde hace muchos años, me apasiona la fotografía, dejándola siempre apartada como afición, hasta que llega el momento de coger al toro por los cuernos, y dedicarme en cuerpo y alma a ello.
Puede que haya trabajos mejor pagados, de hecho los he tenido, pero estoy seguro que ninguno de ellos me va a hacer tan feliz como este, ninguno me hizo sentir el cosquilleo por el cuerpo que me hace cuando veo un trabajo terminado, y eso no se paga con dinero…
Que un día, haciendo tu trabajo venga un “mico” de dos años, arrastrando el ventilador por todo el salón, y te diga… “yo con esto!” y todo ello, porque ha visto una foto en el móvil de mamá y ella le ha dicho que tengo un ventilador para hacer fotos y claro, ella quiera una igual.., te hace saltar las lágrimas entre risas y satisfacción…
Y estas vivencias, y la de clientes, amigos y familiares, realmente satisfechos de ver sus fotos, es lo mejor de todo esto!
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Mientras se estrellaba el avión y me preparaba para el impacto, pensé en todo lo que quise hacer y no hice, no debí aplazar nada en la vida.
No vais a vivir para siempre, todos estamos volando hoy y no sabes cuándo se estrellará tu avión. (Rick Elías, superviviente accidente de avión sobre el rio Hudson. (New York, Enero 2.009)
